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La risa, del Joker a Patch Adams

Writer's picture: Érika Bocardo FloresÉrika Bocardo Flores

Pocos podrían negar que la risa es una de las experiencias más gratificantes que la vida nos ofrece; quizás después de una anécdota buenísima que nos ha contado un amigo, luego de ver un meme en redes sociales o disfrutar de una comedia romántica en Netflix. De acuerdo con Fleta Zaragozano (2017), la risa es una reacción biológica, contagiosa e involuntaria, que surge a raíz de recibir determinados estímulos externos, usualmente cuando se está en compañía de alguien. Aproximadamente, los seres humanos comenzamos a reír a los 4 meses de edad.


A pesar de que se asocia a la risa con la felicidad y el humor, la realidad es que esta respuesta la utilizamos también para otros propósitos: para transmitir mensajes emocionales a otros, aliviar situaciones de estrés, e incluso reímos cuando nos sentimos nerviosos, o luego de una caída vergonzosa. De esta manera, la risa es un mecanismo más complejo de lo que parece. El estudio de este fenómeno se ha hecho desde distintos campos como la medicina, las ciencias biológicas, la psicología y la antropología.

¿Dónde está la caja de la risa?

Aunque Bob Esponja nos mostró una caja de la risa (la cual se podía romper después de reír descontroladamente), la realidad, anatómicamente hablando, es que no existe una “caja” o un lugar específico donde se produzca la risa.


Poco se conoce sobre los aspectos neuroanatómicos de la risa, aun así, se pueden destacar algunas áreas cerebrales relacionadas a este fenómeno, continuando con Fleta Zaragozano, encontramos al hipotálamo, una región del cerebro encargada de configurar diferentes procesos del cerebro para que emita respuestas o acciones, en este caso, la risa. Aquí, se encarga de conformar la risa organizando al sistema límbico, gestor de las emociones, expresión facial y movimiento de músculos del rostro, así como de la garganta para emitirla.


Digamos que Alejandro nos cuenta un chiste que nos hace reír, nuestro cerebro recibe el estímulo externo (el chiste), entonces se activa el sistema límbico, quien se encarga de gestionar la alegría producida por el chascarrillo, además de regular la vocalización de la risa con los músculos de nuestra boca, garganta y pulmones; así, el área motora suplementaria, una parte de la corteza cerebral, produce la carcajada. Todo esto en cuestión de milisegundos, así de rápido es nuestro cerebro.

Risa patológica

Existen también condiciones médicas o psicológicas que pueden ocasionar que se produzca una carcajada involuntaria. Por ello, se le conoce a la risa patológica como aquella inapropiada, incontrolada o que se da sin razón aparente; ajena al estímulo externo que la desencadena. Las causas pueden ser varias, desde condiciones fisiológicas como tumores, demencias, esclerosis múltiple o deficiencias en el cerebro, hasta enfermedades mentales como la esquizofrenia, drogadicción, manía, entre otras. A continuación, se exponen algunos ejemplos según el autor previamente mencionado, de enfermedades donde la risa puede aparecer como un síntoma:

  1. Parálisis bulbar y pseudobulbar: ocasionada por un infarto cerebral, arteriosclerosis, esclerosis múltiple o alguna lesión en las vías motoras corticobulbares; estos tipos de parálisis suelen presentar el síntoma de la risa desproporcionada, a veces considerada como incontinencia emocional.

  2. Esquizofrenia: en el caso de las personas con este trastorno, la risa se da sin ningún estímulo externo que la propicie, no hay un sentido emocional detrás; en ocasiones, ni los propios pacientes saben por qué se están riendo, solamente tienen la necesidad de hacerlo.

  3. Narcolepsia: esta enfermedad causa que las personas que la padecen entren en sueño REM de forma súbita mientras están despiertos, en este caso, la risa desencadena, en alguien con este padecimiento, lo que se conoce como ataques catapléjicos, una pérdida de tono muscular mientras se está consciente y despierto.

Risoterapia

A finales de los ochentas, Norman Cousins, un paciente diagnosticado con espondilitis anquilosante, enfermedad caracterizada por dolor intenso y crónico, notó que la sensación se agudizaba cuando cayó en depresión; para esto, su médico le recomendó ver películas cómicas, al seguir las (divertidas) instrucciones, el sufrimiento disminuyó, como lo relata en su libro Anatomía de una enfermedad (1979). La risoterapia ha estado presente desde mucho antes de que fuera considerada una terapia como tal, hoy en día se le conoce como cualquier intervención que promueva el bienestar a través de lo alegre, apreciación o expresión de lo absurdo o incoherente de las situaciones de la vida. Puede ser una herramienta muy útil en complemento con un proceso terapéutico para pacientes con diferentes malestares, de hecho, Albert Ellis, creador de la Terapia Racional Emotivo Conductual, promueve el humor como una habilidad del terapeuta, necesario para este estilo. Es un hecho comprobado que la risa trae diversos beneficios a la vida del paciente, y en sí de cualquier persona que guste del hábito cotidiano de reír.

Efectos positivos de la risa

Se ha comprobado que reírse constantemente tiene varias ventajas, tanto físicas como psicológicas, a continuación, se mencionan algunas de ellas:

Fisiológicas

  1. Ejercita y relaja la respiración

  2. Regula la presión sanguínea

  3. Estimula el sistema inmunitario

  4. Mejora la función mental

  5. Eleva el umbral del dolor y tolerancia

Psicológicas

  1. Reduce el estrés

  2. Disminuye síntomas de ansiedad y depresión

  3. Eleva el estado de ánimo, autoestima y confianza

  4. Aumenta la memoria y capacidad de resolver problemas

  5. Mejora la calidad de vida y promueve bienestar psicológico

En la cultura pop

Una representación usual que se nos viene a la mente cuando juntamos la risa y la cultura pop es, sin duda, El Guasón o el Joker, este villano risorio de DC Comics. En su caracterización más reciente, en la película homónima del 2019, podemos ver a un personaje menos caricaturizado, que padece de incontinencia emocional, he ahí la explicación de sus ataques de risa involuntarios: efecto de una parálisis pseudobulbar producida por una lesión en la cabeza que sucedió cuando era niño. Asimismo, puede ser que el personaje del hijo de la familia Kim (Kim Ki Woo), de la película Parasite, tuviera una lesión pseudobulbar, ya que luego de sufrir un golpe en la cabeza, argumentó que no podía parar de reír al recordar los eventos ocurridos. Otro ejemplo relacionado a la risa es Patch Adams, la película protagonizada por Robin Williams, donde se aborda ampliamente el uso de la risoterapia con fines de sanación y mejora de la calidad de vida en pacientes con enfermedades crónicas o terminales. En 2012, durante la temporada 5 de Rupaul’s Drag Race, la concursante Jinkx Monsoon padece de narcolepsia y en un episodio del aclamado reality show somos testigos de cómo una carcajada ocasiona que tenga un ataque catapléjico y caiga al suelo en pleno programa.



Después de haber analizado sobre los mecanismos de la risa y sus beneficios, se puede entender que resulta positivo que incluyamos la risa en nuestra vida cotidiana. En la infancia, nos reímos aproximadamente 300 veces al día; sin embargo, cuando nos volvemos adultos esta cifra disminuye a 80 veces o menos. Por lo anterior, no importa si es en el trabajo, con los amigos, la familia o incluso, estando solos, siempre será bueno darse la oportunidad de reír.

Érika Bocardo Flores

Referencias

Fleta Zaragozano, J. (2017). La risa: de la patología a los efectos terapéuticos. Pediatría Integral, 21(6), 436.

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